[Dryerase] ¡La Alarma!--DV: ¿Porqué no lo deja?
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Thu Oct 17 22:43:34 CDT 2002
¿Porqué no lo deja?
Por Celia Organista traducido por alfonso tovar
Colaborador del Semanario ¡La Alarma!
La pregunta que causa una de las mayores frustraciones para todos
aquellos que trabajamos con víctimas de la violencia doméstica es,
¿Porqué no lo deja?
No intentaré ofrecer una respuesta universal a esta pregunta. Cada
mujer que sufre de la violencia doméstica tiene sus razones
particulares para permanecer en la relación o para decidir terminarla.
Algunas de las barreras que influencian la decisión de una mujer
incluyen la presión o expectativas familiares, motivos religiosos,
estatus socio-económico, migratorio, nivel de educación y/o
preocupaciones legales.
Yo creo, sin embargo, que dentro de todo también existe una razón
firmemente incrustada en el pensamiento de cada mujer: el temor.
El temor tiene diferentes facetas, e incluso el temor a ser asesinada.
Para muchas mujeres en nuestra sociedad, esto es una amenaza real. Es
una realidad que hemos atestiguado muchas veces en nuestra propia
comunidad. Una mujer golpeada no puede asumir que tal riesgo no debe
tomarse con seriedad.
Para muchas víctimas de la violencia doméstica existe el temor de no
ser capaces de sostenerse económicamente, y no poder mantener a sus
hijos. Todos somos concientes de lo dificil que es para un solo padre
de familia el sostener a la misma. También es hecho conocido que las
mujeres ganan menos que los hombres en casi todo tipo de empleos y con
frecuencia cuentan con menos educación que los hombres. Localmente, la
situación puede agudizarse si consideramos que vivimos en una de las
comunidades mas caras de este país.
Además, una víctima de la violencia domestica es con frecuencia aislada
y criticada al punto de hacerla vulnerable a dudar de ella misma o a
perder la confianza en cualquiera de sus habilidades. Es importante
recordar que la violencia doméstica se da en todos los niveles
económicos y profesionales. En ciertos grupos, las mujeres que llegan a
ser víctimas de la violencia doméstica pueden experimentar el agravio
adicional de creer que no es posible escapar de esta situación, pues el
perpetrador puede contar con mayores recursos económicos como para
enturbiar la credibilidad de su historia, arrebatar a sus hijos o
presentar obstáculos legales.
Para cualquiera que enfrenta la decisión de terminar una relacion, es
natural (AGAIN, what is “natural”??) el experimentar el temor de la
soledad. Esto puede influir en la decisión que toma una mujer golpeada.
Muchas mujeres experimentan el temor y la realidad de ser acosadas
incluso después de que ya han dejado la relación. Con mucha frecuencia,
la mujer intenta escapar a la situación para encontrar que el
perpetrador continua persiguiendo, hotigando, acechando o incluso
amenazándola hasta que finalmente ella regresa. Algunas veces la mujer
decide regresar porque el golpeador le ha prometido que las cosas
cambiarán, porque ha encontrado muchas barreras para continuar con su
vida por si misma, o porque tiene la preocupación de que la situación
puede empeorar si no lo hace. Se puede incluso alcanzar un punto en el
que ella misma cree que no habrá manera posible de liberarse de esta
dinámica.
Podríamos preguntar, “¿Cómo es que se llega hasta ese punto?” Pregunte
a cualquier sobreviviente de la violencia doméstica y la mayoría
responderán que nada ocurrió de la noche a la mañana. El abuso puede
ser sutil. El abuso puede ser emocional, verbal y/o físico. Puede
iniciar con críticas acerca de la apariencia física de la mujer, de
cómo cocina, como limpia, conduce, educa a los niños, las amigas y
amigos que ella tiene, o sus habilidades sexuales. Usualmente se va
generando un lento aislamiento de la vícitma. La sutil destrucción de
la auto-estima de la víctima y la separación de cualquiera con los que
ella es cercana puede iniciar a tan temprana etapa como el noviazgo
mismo. Cada vez estamos haciendo más trabajo en el sistema educativo,
con adolescentes que ya estan involucrados en relaciones que comienzan
a ser abusivas.
La separación de la mujer de la familia y amigos es una manera con la
cual el perpetrador mantiene control sobre su pareja. Sobreviene una
situación en el que la potencial víctima carece de acceso a la red
social que podría brindarle apoyo y comienza a depender unicamente en
su pareja o conyuge. El criticismo constante eventualmente destruye la
autoestima, y el aislamiento hace casi imposible el encontrar apoyo o
reconocimiento.
En el terreno de la violencia doméstica siempre hablamos mucho de lo
que se conoce como el “Ciclo de Violencia”. Este ciclo inicia con un
periodo de “tensión en crescendo”, donde el golpeador hace amenazas y
la víctima prevé algún tipo de abuso. El “estallido” sigue a la fase de
tensión, cuando la violencia alcanza su clímax. Ya sea que la violencia
sea física, emocional, verbal o sexual, el “estallido” significa la
creencia del golpeador de que él tiene derechos de cualquier naturaleza
sobre la mujer. Después del estallido de violencia sobreviene una etapa
de “calma”, cuando el golpeador tiende a disculparse y prometer no
volver a abusar nuevamente.
Uno de los momentos de mayor confusión para la mujer puede ocurrir
después de que el estallido de violencia ha concluido. Aunque algunas
mujeres nunca experimentan la etapa de calma, un buen número de ellas
deciden que quieren terminar la relación con su pareja después del
estallido, pero son persuadidas de tomar tal acción por las promesas
del golpeador de un mejor futuro.
Una vez que se ha logrado un mejor entendimiento del ciclo de violencia
en cada caso, las barreras en dejar una relación, la pérdida de
auto-estima, el aislamiento y los temores que las víctimas de la
violencia doméstica tienen que enfrentar, resulta más sencillo
comprender el porque muchas mujeres intentan una y otra vez rescatar
sus relaciones o permanecer en ellas, ya que no ven otra salida.
Yo sé como es doloroso el sentimiento de impotencia para todos aquellos
que amamos a alguien que se encuentra en una relación abusiva y no
podemos ayudar. También s’e que uno de los mayores errores que podemos
cometer es mantenernos callados. Sospechamos o sabemos lo que ocurre
con ella, pero tememos decirlo. Escuchamos lo que ocurre en la casa del
vecino o notamos algún moretón e intentamos ignorarlo. Necesitamos
hablar, romper el silencio y ofrecer esperanza. No debemos caer en la
frustración cuando una mujer no lleva a cabo lo que nosotros creemos
ella debería de hacer. Nos debemos abstraer de juzgar porque no
conocemos sus temores y su realidad. Debemos recordar que su
confidencia con nosotros puede acarrearle un mayor riesgo. Debemos
respetar los límites que ella trace y, si ella lo permite, podríamos
ayudarla a pensar como mantener seguros a ella y sus hijos. Sobre todo,
no debemos condicionar nuestro apoyo. Nosotros no podemos hacer
elecciones y tomar decisiones o acciones por ella. No podemos
rendirnos; a veces requiere de muchos intentos y esfuerzos antes de que
una mujer se encuentre lista para dejar una relación. Podemos ayudarla
haciéndole saber que estamos ahí por si ella requiere ayuda, por si
requiere de alguien que la escuche.
No tenemos el poder de cambiar la vida de nadie, pero podemos
ofrecerles comprensión y apoyo. Asi que la siguiente vez que usted vea,
escuche o lea sobre alguna sobreviviente de la violencia doméstica,
recuerde que puede haber una multitud de respuestas la pregunta:
“¿Porqué no lo deja?” Sin embargo, yo pienso que la pregunta mas
importante a responder sería “¿Porqué es que nuestra sociedad — y
nuestra comunidad — tolera la violencia doméstica?”
Celia Organista es la directora ejecutiva del Women’s Crisis Support in
Santa Cruz y Defensa de las Mujeres en Watsonville. Este artículo
apareció por vez primera en el Aptos Times después de que una mujer de
la zona fue asesinada. La información recolectada por la policia
indicaba que esta persona era víctima de la violencia doméstica.
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